Luego de una feroz sequía que azotó al campo argentino durante casi cuatro años, vinieron las lluvias, pero la alegría duró poco en el comienzo del año. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) advirtió hace unos días que las altas temperaturas y la falta de lluvias provocará el declive de la cosecha de la soja en zona núcleo. Si bien en estas horas se anuncian lluvias y varios puntos del territorio, los efectos de esta ola de calor fuerte se va a sentir en el deterioro del crecimiento y rendimiento de los cultivos.
¿Qué pasa con las plantas? ¿Cómo sufren el estrés calórico e hídrico? De qué se trata cuándo hablamos de estrés hídrico?
Para conocer las respuestas de estas y otras interrogantes, en Valor Agro Argentina fuimos a buscar a una de las empresas líderes en combatir el estrés hídrico: Laboratorio Chem. Eco Argentina, propietaria de Mochec. La empresa tiene su Planta principal en la provincia de Salta.
Osvaldo Fraile, ingeniero agrónomo y socio gerente de la compañia, comenzó contándonos: “Nosotros comenzamos hace 20 años, como empresa hemos cumplido en el 2023, 20 años, de los cuales hace 13 que trabajamos en ESTRÉS. En ese momento el único estresado era quien le hablaba para la gente hoy no se deja de hablar de esto, y el estrés se miraba por la falta de agua. Y solamente la sequía recordaba gran parte del estrés. Con todo el advenimiento del cambio climático, que ya es una realidad y un hecho, se sumó la otra variable, que son las temperaturas. Pero las temperaturas que estamos soportando tienen otra variable, como es la radiación(UV). Todo eso que se habla de la emisión de dióxido de carbono, efecto invernadero, y de todo lo que nos está pasando”.
¿Cómo empieza todo?
Faile relató cómo se da el proceso de estrés. “Las plantas no se mueven como los seres humanos, como los animales. En la ciudades donde vivimos tenemos la oportunidad de movernos y buscar sombra para disminuir la temperatura…. Las plantas Genéticamente están adaptadas para soportar el estrés, que es permanente. Las plantas siempre lo sufren. Después hay una variable que las plantas, por ahora, aunque se ha hecho mucha con biotecnología, dando saltos espectaculares en resistencia y en adaptabilidad a estos estrés, la planta está dentro de un sistema que se denomina RASPA-Relación Agua, Suelo, Planta, Ambiente-. No es solamente la planta. Ella tiene un sistema, que es el medio ambiente, que está influenciándolo casi un 50%. La planta, el suelo y el agua. Todos esos factores hacen que la planta sean afectada”. Y sumó: “Entonces el estrés hídrico es una parte del problema. Todos los científicos y las propuestas de manejo agronómica, en las cuales aveces se promocionan con productos A, B, C, D, es una parte, lo más importante de todo esto es el conocimiento de saber cómo actuar para mitigar el estrés. Después de 13 años uno puede llegar a sintetizar. El productor compra el rendimiento potencial, -semillas o plantines, de ahí el más, y el estrés va disminuyéndole su rendimiento físico y economico”.
¿Qué es el estrés hídrico?
“Con respecto al estrés hídrico, específicamente, la planta tiene todo un sistema en la cual es algo muy simple. A temperaturas de 35 grados, de ahí para arriba, de 32 a 35 grados según la especie, ella hace como nosotros, cierra todo, hay unos poritos abajo de las hojas, que se llaman estomas, cierra esos estomas para no seguir perdiendo agua, corta el flujo de agua del suelo y revierte esa situación para no deshidratarse. Y eso es el primer estrés que sufre la planta durante el día. ¿Y por qué hablábamos de la radiación? Porque hay aumento de radiación en valores que no son adecuados para el proceso de elaboración de lo que necesita la planta, que es lo que se conoce como fotosíntesis. Esa es la fábrica de la planta. Si esa radiación sale de los valores normales de la fotosíntesis, comienza a ser dañino para la planta. Eso está muy tabulado. Nosotros que tenemos un asesoramiento en Bodega Puna, a 2.600 metros de altura, eso lo notamos enormemente. Entonces, el estrés hídrico lo que hace es profundizar el daño. ¿Cómo lo profundiza? Produciendo un sistema de oxidación muy violento dentro de la planta. Y comienzan los daños celulares”, nos ilustró el profesional.
¿Cómo se puede prevenir?
“La prevención, es pensando que voy a tener estrés y cómo debo actuar antes…. ? La respuesta es simple, manejo del cultivo con información, productos para mitigar los efectos adversos y experiencia, esa es nuestra propuesta. Y esto es medio como asimilarlo a un ser humano. Normalmente, todas las personas nos preocupamos que los primeros seis años de un niño tenga una buena calidad de vida, una buena nutrición y una buena ambientación. Y ese va a ser el resultado a largo plazo. A la planta le pasa lo mismo. Desde la semilla o el plantín, uno debe acondicionarlo para que esté preparado para el estrés o los problemas que va a pasar en su vida. Eso es lo más importante. A partir de ahí, hay mucho conocimiento y nuestra empresa lo ha hecho práctico para hacer propuestas basadas qué puede ir pasando en las diferentes fases que tiene la planta. La fase, fenología, vegetativa, antes de la flor, y el post, la parte reproductiva”, explicó. En el mismo sentido, continuó detallando: “Y ahí viene una propuesta o protocolo que le llamamos nosotros. Entonces, nosotros tenemos dos instrumentos para prevenir y después mitigar el estrés. Uno es el conocimiento de tantos años y después, a través de productos que producimos en nuestra propia Planta de Producción en el parque Industrial de General Güemes, Provincia de SALTA, donde hacemos productos a medida, tanto orgánicos, certificados, como sintéticos, para no solamente prevenir ciertas fases, sino para preparar la planta para un sistema de estrés en sus dos etapas fundamentales”.
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